20 formas de cambiar el mundo.
Museo Fundación Eugenio Granell
Praza do Toural s/n. Santiago de
Compostela
Comisario Eduardo Valiña
Hasta el 15 de Enero de 2016
Retrato de reojo. Luis Seoane.
MARCO, c/ Príncipe 54, Vigo
Comisario David Barro
Hasta el 27 de Septiembre
Este
verano en Galicia toca recordar a dos artistas gallegos que desde el exilio
procuraron una personalidad única dentro del panorama de las vanguardias
internacionales. Son Luis Seoane (1910-1979) y Eugenio Granell (1912-2001),
grandes desconocidos fuera de Galicia y admirados en su día entre los círculos
artísticos de la época por su infatigable personalidad creadora.
Seoane
permaneció diecisiete años en Buenos Aires. Granell cuarenta y seis en cuatro
países: se vio obligado a huir en múltiples ocasiones, primero de los campos de
concentración alemanes en Francia, luego de la dictadura en la República
Dominicana y después de la guatemalteca hasta asentarse finalmente en la
capital de los talentos europeos durante el s. XX, Nueva York.
Abandonó
España con un violín y volvió de la gran manzana transformado en pintor surrealista,
apreciado entre otros por Breton y Duchamp. La idea de metamorfosis permanece
como hilo conductor a lo largo de toda su obra, sobre todo en sus máquinas
indefinidas bajo una fantasía aplastantemente diáfana. Los viajes y
experiencias acumuladas se reflejan en su trabajo: el cubismo, la abstracción,
la influencia del arte pop… hasta el regreso a una figuración inspirada por la
América fantástica y macerada en el centro de la transformación continua: la
pauta onírica. Su emigración puebla las pinturas que fusionan la imaginación de
la infancia con el rechazo hacia las estructuras políticas asfixiantes. Granell
denuncia la libertad de las formas dentro del formato.
En el museo que
lleva su nombre y con motivo del XX aniversario de su nacimiento, la exposición
“20 formas de cambiar el mundo” muestra obras clave del artista y de su mujer
Amparo Segarra, actriz vinculada al mundo de la moda.
A su vez, en el MARCO de Vigo descubrimos la exposición documental de
Luis Seoane: “Retrato de reojo” donde se aprecian las facetas más personales
del artista. Cronista,
locutor, poeta, narrador, escenógrafo, pintor e incansable animador de la vida
social y cultural allí donde se encontrase, Luis Seoane fue el Walter Gropius
de las artes plásticas gallegas. No entendía de disciplinas aisladas y menos
aún representaba a la élite de la cultura: toda su obra plástica gira alrededor
de la creencia procedente de la Edad Media según la cual, la pintura es la
literatura de los iletrados. El diseño, la escritura y la pintura eran para él
los mayores recursos comunicativos y educacionales para levantar a un país del
hastío contextual: pobreza, guerra, incultura, hambre. En Buenos Aires conoció a
Borges, Cortázar, Ernesto Sábato; también allí comenzó a pintar, a recordar y a
mezclar las dos tierras. Se alejó entonces del costumbrismo hacia la síntesis
de la figura humana estática, protagonizada por campesinas y pescadores. Viajó
durante toda su vida y se dejó influir a ciegas en todo momento. Medieval y
vanguardista, románico y abstracto, la nostalgia de Galicia y la sed de
conocimiento fueron una fuente de energía inagotable.
Ambas trayectorias
vitales y artísticas nos recuerdan una fórmula que apenas ha cambiado: “Para
saber: o ver o leer”. (ABC Cultural)