Dora García
¿A dónde van los personajes cuendo la novela se acaba?
La simple descripción de las obras, las cartelas o una entrevista realizada a Dora García (Valladolid, 1965), bastarían como texto crítico sobre la exposición. En cada proyecto, Dora parece hacer visible los capítulos de una tesis ficticia que la acompaña desde hace años y no se encuentra publicada. Como una llave de paso mal cerrada, los capítulos gotean en forma de obras de arte, como la colección de frases iniciada en 2001, de la que ahora se muestran algunas en color dorado: “La realidad es una ilusión muy persistente”, del 2005.
Dora colecciona gestos que no ocupan lugar, recopila sentencias fechadas, diálogos inconclusos. En Instant Narrative (2007), una mujer sentada observa y transcribe en el ordenador la actitud del público que camina hacia el fondo de la sala. Los espectadores anónimos pasean, comentan, dudan si robar o no uno de los cinco mil ejemplares de Steal this book, 2009 (“Roba este libro”). Los visitantes que acceden al espacio intervenido pueden leer el escrito realizado in situ, y esos lectores ocasionales pronto serán víctimas de la visión subjetiva de la secretaria del acontecimiento. Desde el 2007 Dora García archiva las narraciones que más tarde reciclará bajo alguna forma que retroalimente el bucle de gestos que se acumulan en su trayectoria. Cada obra parece una idea pasajera llevada a buen recaudo, una anécdota en constante proceso de reciclaje, hasta el punto de configurarse necesaria tras varias mutaciones formales. La obra de arte revela un gesto detenido, recorte de un movimiento generado fuera del museo, sin comienzo ni final. The Beggar’s Things, (“Las cosas del mendigo”) muestra la recopilación de objetos de un actor que ha representado a un vagabundo durante una estancia de tres meses en el Skulptur Projekte Münster 07. Recuerdos de su novela breve o corta biografía.
Dora García presenta “Men I love” en la galería ProjecteSD de Barcelona, al tiempo que algunos de los ejemplares de Steal this book se encuentran repartidos entre el CGAC y la Bienal de Lyon. El libro recopila conversaciones electrónicas con sus colaboradores habituales y de pie en la sala, leemos en el interior: “Si continua leyendo ahora, no sabrá si la ausencia de un gesto significa la indiferencia total”. La actitud crítica se encuentra dentro de la exposición: cuando esta finalice, habrá que contabilizar el número de ejemplares que no hayan sido robados. (ABC, El Cultural)